“Después de perderlo todo en el incendio, La Cruz Roja Americana se volvieron mis ángeles.”

Para Gabriela, su hija de 5 años y su hermano, era un día rutinario, hasta que dejó de serlo. “Estaba en el trabajo cuando mi hermano me llamó para que me apresurara a volver a casa porque nuestro edificio de apartamentos estaba en llamas y estábamos perdiendo todas nuestras cosas. Las horas y los días siguientes, mi cabeza estaba nublada y no podía entender qué tenía que hacer a continuación y cómo empezar de nuevo”.

Perder su casa en un incendio no es sólo la pérdida del lugar donde vive, su lugar de comodidad y seguridad, sino también la pérdida de tantas cosas de valor como fotografías, documentos, objetos preciados y la pérdida de la rutina conocida.

Gabriela recuerda: “Nunca en un millón de años imaginé la posibilidad de sufrir un incendio en mi hogar. Cuando veia cómo el edificio ardía en llamas, pensé: ‘Bueno, ¿y ahora qué? Estamos en la calle, sin hogar, ¿qué vamos a hacer? a donde vamos a ir ¿ Y lo más importante, ¿cómo iba a explicarle esta tremenda pérdida a mi hija que afortunadamente estaba en la guardería en ese momento? No sabía qué hacer a continuación y mucho menos pensar en las palabras que necesitaba usar para asegurarle que íbamos a estar bien”.

Durante las siguientes semanas después del incendio, Gabriela y algunos de sus vecinos encontraron refugio en un refugio de la Cruz Roja y Gabriela recuerda: “En el refugio, mi hija se aclimató muy bien gracias a los voluntarios de la Cruz Roja. Cada voluntario que conocimos nos trató con mucha amabilidad y compasión. A mi hija, los voluntarios de la Cruz Roja le proporcionaron juguetes de peluche y materiales para colorear, se tomaron el tiempo para sentarse con ella a dibujar y colgar sus obras de arte en el refugio. Mi hija entendió que lo habíamos perdido todo, pero el cuidado y la amabilidad de los voluntarios de la Cruz Roja lograron que ella no sintiera la pérdida tan inmensamente. Por eso, estoy eternamente agradecido”.

“No puedo decirlo de otra manera: los voluntarios de la Cruz Roja fueron ángeles que en cuestión de horas reemplazaron los medicamentos de mi hija y localizaron un lugar seguro para que nos quedáramos, luego durante días nos cuidaron las 24 horas del día y se aseguraron de que estábamos bien”.

Los voluntarios son el alma de la Cruz Roja y representan el 90% de la fuerza laboral. Después de un incendio doméstico, los voluntarios de la Cruz Roja trabajan con los departamentos de bomberos locales para conectarse con las familias impactadas para brindarles servicios como alojamiento de emergencia, asistencia financiera y apoyo emocional.

“Mientras estaba afuera del edificio en llamas, sin saber a quién llamar para pedir ayuda, apareció la Cruz Roja. Gracias a la Cruz Roja, tuvimos refugio seguro, comidas, asistencia financiera, atención espiritual, asistencia para la recuperación, servicios de salud y mucho más. Con su apoyo, pude aclarar mi mente y ponerme a trabajar en la recuperación para poder hacer que mi familia volviera a la rutina que conocíamos”.

La Cruz Roja responde a 60.000 desastres al año, y la gran mayoría de ellos son incendios domésticos. A través de desastres grandes y pequeños, los voluntarios están listos para responder al llamado de ayuda para proporcionar alimentos, refugio, suministros de socorro, consuelo, planificación de recuperación y otra asistencia para ayudar a las personas en su momento de mayor necesidad.

“Las palabras más dulces de mi hija cuando nos mudamos a nuestro nuevo apartamento: ‘¡Tenemos un hogar otra vez!’ Un nuevo hogar, un nuevo comienzo, todo gracias a La Cruz Roja. Ahora hago una donación a la Cruz Roja porque sé lo que significa que alguien aparezca después de una pérdida devastadora y le den la mano a uno. Mi deseo es que otros también contribuyan porque cada poquito hace una diferencia muy significativa durante uno de los momentos mas obscuros de la vida”.

Aprenda cómo puede ser voluntario o donar en https://www.redcross.org/local/illinois/volunteer/Voluntario.html

Escrito por Connie Esparza, Gerente de Comunicaciones

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